Analistas proyectaron durante la Conferencia Mundial de Cobre que se provocará un aumento de los vehículos en la próxima década y alcanzaría los 14 millones de automóviles.
El creciente mercado de los vehículos eléctricos provocará un aumento de la demanda mundial de cobre en la próxima década, entre tres y cinco millones de toneladas, proyectaron analistas en la Conferencia Mundial de Cobre 2018 este miércoles.
Con poco más de dos millones de unidades recorriendo las calles del mundo –equivalente a 0,2% del total del parque automotor- la industria de los vehículos eléctricos (VE) crece a pasos agigantados y en la próxima década alcanzaría a los 14 millones de automóviles.
"Uno de cada tres vehículos que se vendan en la próxima década serán eléctricos", manifestó durante su intervención en la Conferencia del Cobre, Ben Jones, gerente consultor de CRU, consultora británica especializada en minería y que organiza anualmente el evento.
El mercado de los VE necesita cobre para la confección de conductores eléctricos pero también para las baterías de litio, que alimentan a este tipo de vehículos.
"En nuestro análisis la demanda adicional de cobre asociada a la industria de los vehículos eléctricos se encontrará entre los tres a cinco millones de toneladas en 2030", afirmó Jones.
La estimación impactará sobre la oferta actual de cobre, que bordea las 20 millones de toneladas anuales, de las cuales Chile aporta unos 5,6 millones de toneladas.
Hoy, para la fabricación de VE se destinan apenas 135.000 toneladas al año, según datos de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).
Demanda e infraestructura
La industria del cobre ya se frota las manos por las proyecciones de crecimiento de la industria de VE, que coincide con una recuperación del precio internacional del metal durante 2017.
Pero esta demanda significará un desafío para el sector cuprífero, que deberá aumentar su cartera de proyectos con el fin atender al mercado actual, principalmente a China –el mayor consumidor de cobre- y las nuevas exigencias de los VE.
"Es muy probable que tengamos una estrechez de cobre en la próxima década que signifique precios muy altos", explicó Gustavo Lagos, analista en minería de la Universidad Católica de Chile.
Aunque la falta de infraestructura para cargar los vehículos eléctricos podría transformarse en un tope para el eventual éxito de los VE.
China estima que debe construir unos cinco millones de tótems de carga para vehículos eléctricos, mientras que India pretende dejar de vender vehículos a combustión hacia el año 2030, para pasar a tener entre seis y siete millones de vehículos eléctricos, comentaron analistas durante la conferencia.
"Hay regiones que avanzan mucho más rápido que otras, y naturalmente la correlación es y será alta entre la venta de vehículos eléctricos y las estaciones de servicio para carga", dijo Rolando Lay, consultor senior del CRU.
Para asegurar el abastecimiento de las fuentes de energía, los analistas coinciden en la necesidad de echar mano a las energías limpias renovables como la solar o la eólica, integrando la generación de electricidad para acompañar el consumo de los países.
Los analistas estiman que el boom de los VE también provocará al menos un 10% de aumento en la demanda de litio, metal del cual Chile es el segundo productor mundial con 36% detrás de Australia (40%).