Fuente: La Segunda
Para la autoridad ambiental, la sanción es la “más adecuada” por las infracciones cometidas.
Por segunda vez desde su creación en 2010, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) clausuró las operaciones de una faena minera. En esta oportunidad, bajó definitivamente el pulgar al proyecto binacional Pascua Lama, de Barrick. La primera vez fue La Española, iniciativa de una empresa del mismo nombre.
Según la entidad liderada por Cristian Franz, la determinación se debe a “múltiples incumplimientos relativos a descargas de aguas ácidas, destrucción de flora, monitoreos incompletos tanto sobre variables ambientales como sociales y daño ambiental provocado en zonas de vegas alto andinas, entre otros”, los cuales investigaron en dos procesos sancionatorios, uno de 2013 y otro de 2015.}
Barrick: Proyecto no está muerto
Una vez conocido el dictamen, Barrick Gold, controladora del proyecto de oro y plata, recalcó que la iniciativa sigue con vida.
“Esta sanción se refiere a eventos del pasado y actualmente Pascua Lama está enfocada en el futuro con una perspectiva de sustentabilidad. De hecho, en respuesta a las inquietudes expresadas por las comunidades, la compañía está realizando estudios de optimización del proyecto para evaluar un posible desarrollo subterráneo que reduzca sus impactos ambientales y sociales”, destacó René Muga, director ejecutivo de Barrick Chile. Añadió que “la clausura de instalaciones no altera el plan de la compañía de estudiar una opción subterránea”. Esta nueva versión de Pascua Lama, indicaron en la empresa, será presentada como un nuevo proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Según fuentes de Barrick, la sanción del regulador es confusa, ya que la SMA disminuyó la multa que le impuso en 2013, desde US$16 millones a US$11,5 millones, y “se pide la clausura del actual campamento, pero también el desarrollo de monitoreos, lo cual es confuso”.
Según Muga, “la compañía ha hecho un cambio profundo en su enfoque, aprendiendo de su historia, tomando decisiones y acciones concretas, así como también ha realizado inversiones relevantes como parte de su compromiso de cumplir sus obligaciones regulatorias y llevar adelante una administración responsable de este proyecto”.
Sin embargo, el superintendente Franz sostuvo: “Dada la naturaleza y envergadura de las infracciones cometidas por la empresa, y luego de un proceso altamente complejo, tanto desde el punto de vista técnico como jurídico, y en el cual se garantizó en todo momento los derechos de todas las partes intervinientes, se ha llegado a la convicción de que la clausura total y definitiva más la imposición de una multa en dinero, es la sanción más adecuada y proporcional en este caso”.